Descripción
Este estilo, célebre por su opulenta presencia en los castillos más impresionantes de Europa, como el famoso Amalienborg, ofrece a tu hogar un toque de elegancia real.
Cada juego de palanca viene con el venerado sello original de Søe-Jensen y una garantía de por vida, que simbolizan tanto una belleza excepcional como una calidad duradera.
El rococó, un estilo que prosperó en el siglo XVIII, cautivó a la realeza y a la nobleza francesa con sus caprichosas curvas y su acabado radiante.
El modelo Weingarden 127 encarna este encanto a través de su refinado diseño, caracterizado por la encantadora asimetría que define el enfoque rococó de los muebles, los techos de estuco y mucho más.
Esta manilla es ideal para espacios de lujo y estancias dedicadas a la belleza, fabricada mediante métodos tradicionales de fundición en arena, sin barnizar para soportar todas las condiciones meteorológicas durante años de uso.
Ya sea para exteriores o interiores, adoptando influencias rococó o art nouveau, la Weingarden 127 se erige como un homenaje a la belleza y la sensualidad de la creatividad humana.
Para el toque final, recomendamos la placa con reborde Blanckenstein o una roseta de la serie SJC Classic como embellecedor.
Quienes busquen una manilla más amplia pueden explorar nuestra serie Polier para ver más opciones.
Especificaciones:
- Longitud de la palanca: 127 mm, con variaciones de 70 mm, 84 mm y 97 mm disponibles para aplicaciones principalmente interiores
- Opciones de acabado: Disponible en latón, también se ofrecen acabados en cromo y níquel (nota: éstos pueden requerir un plazo de entrega más largo)
- Contenido del juego: Cada juego Weingarden 127 incluye 2 manivelas, el acabado que elijas (latón, cromo o níquel), el embellecedor que elijas (rosetas, escudos o sin embellecedor), 1 hierro de manivela, 2 tornillos prisioneros, 1 llave hexagonal y varios tornillos para la instalación
- Tornillo prisionero: DIN 915 M5x6 mm
Opta por el Weingarden 127 para dotar a tu entrada no sólo de un medio de acceso, sino de una puerta a una era de elegancia, ofreciendo un abrazo de lujo con cada toque.
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